Tristemente “el perrito nadaba hasta que se ahogó” y los espectadores no pudieron hacer nada al respecto ya que la profundidad del río se los impedía.
En el balcón de un apartamento del barrio Antonia Santos, en Bucaramanga, Santander, las autoridades encontraron sin vida a un perrito que permaneció por 20 días sin comida y sin hidratación.